jueves, diciembre 23, 2010

El recuento de los daños.

Empecé el año con una sonrisa y millones de sueños y expectativas. Y luego mientras iban transcurriendo los meses me las fueron derrumbando una por una. Este año me mudé tres veces de casa (una de ellas fue porque me corrieron de donde estaba), dormí en un motel barato mientras encontraba donde vivir, gente de mi propia familia me dio la espalda, me lastimó y me decepcionó como nunca antes, otros que se decían mis amigos me traicionaron hablando a mis espaldas, me rompieron no sólo el corazón si no también toditita la madre y las pocas esperanzas que me quedaban en el amor, me quedé sin trabajo y sin dinero, lloré más que nunca, empecé a ir al psicólogo que no me sirvió para un carajo, se me quitaron las ganas de levantarme cada día, la persona que más me importaba me abandonó así nomás como si yo fuera algo desechable, bajé seis kilos, tuve que empezar a tomar antidepresivos que me cuestan un ojo de la cara y como si eso no fuera suficiente, la vida me remató escupiéndome en la cara el día que me caí y me quedé tres semanas con un ojo morado.

No digo que este año no haya tenido sus cosas buenas, no, también las hubo. Pero si tuviera que decir algo, lo único que se me ocurre es:

Querido 2010, que bueno que ya te vas a la verga.


Feliz Navidad y un mejor 2011 a todos.

lunes, diciembre 20, 2010

Quiero suponer...

Hace frío y suena el despertador. Son las 6:30 de la mañana y tú andabas desvelada. Te tallas los ojos y refunfuñas. Te sales de la cama, hace un frío de la chingada, no quieres ir a trabajar, odias tu trabajo y tu vida. Maldiciendo, te metes a la regadera. El agua caliente se siente bien, pero no te pone de buenas. A la mitad de tu baño, te das cuenta: Hoy es sábado. Por alguna razón se te cuatrapearon horrible los días y pensaste que hoy era viernes, pero no, es sábado; bendito sábado en el que no tienes nada que hacer. Cierras la llave, te secas y te pones una pijama limpia y calientita. Hay un rayito de sol que pega justo en tu cama y te invita a meterte entre las cobijas de nuevo. Te acurrucas, te tapas, y te acomodas perfectamente. No hay ningún ruido y hueles a jabón. Despacito, el sueño empieza a vencerte otra vez. Te sumerges en la almohada y sonríes porque sabes que será uno de esos sueños profundos y largos y tranquilos y perfectos. Respiras hondo y te dejas ir sin poner ninguna resistencia.
Es el mejor sentimiento del mundo.

Muy aparte de la forma en como suceda, algo así debe de ser nuestro último segundo, algo así debe se debe sentir cuando te mueres de a de veras.

Lo que pase después ya no importa.


Así que cuando me muera, llórenme nomás tantito que seguro yo estaré soñando por ahí cerquita, sin frío y sin lágrimas y sin despertador.

domingo, diciembre 12, 2010

Disney, te odio.

"De todos los personajes de Disney en 50 películas, no te podía gustar uno de los príncipes, ¿verdad?... te tenía que gustar el ladroncete sin futuro..."


Fui a ver 'Tangled'. Dos veces. Está in-cre-í-ble. Hacía muchos, muchos años que no me emocionaba tanto con una película como me pasó con ésta. Disney vuelve a la fórmula de 'La Sirenita' y 'Aladdin', con canciones en partes clave, side-kicks adorables, una heroína simpática, necia y de armas tomar y un galán guapo guapo guapo. Ahí lo comprobé: Disney nos ha arruinado la vida. El encanto de Flynn Rider, el personaje masculino, reside en que no es un príncipe; no es educado ni caballeroso, es sarcástico, presumido y mamón. Pero muy en el fondo (y es aquí donde nos mienten) es un alma torturada y sensible que (por supuesto) se enamora profundamente y sin darse cuenta de Rapunzel y entonces, ta-dá!, se convierte en el hombre perfecto. Ajá. Te odio, Walt Disney.

Pero bueno, mejor no les cuento más y les recomiendo que la vayan a ver EN INGLÉS. No es por ser malinchista, pero Danna Paola no sabe cantar, su voz es chillona y forzada y Chayanne está simpático en el papel de Flynn, pero su acento le quita sex appeal al personaje. En cambio, Zachary Levi (el de Chuck) y Mandy Moore (de quien siempre he sido fan) están absolutamente perfectos. Two thumbs up para 'Tangled'. Si pueden vayan a verla en 3D en Cinépolis. De verdad se los juro que no se van a arrepentir. Yo me enamoré. (Flynn Rider es el resumen de mi hombre ideal, lo confieso).


Pff... en otras noticias, hoy amanecí triste. Ya no sé ni qué estoy haciendo.
Ojalá se me cumpla mi deseo.

Pinche frío.

miércoles, diciembre 01, 2010

Grinch.

Tengo un bloqueo espantosamente horrible para escribir. He querido postear algo desde hace un chorro, he pasado por varios temas, distintas anécdotas y una que otra queja y nada. Hizo mucho frío, luego calor, luego medio frío otra vez y nada. Fui a dos bodas, las dos de mejores amigos (cosa que no había pasado antes), las dos fuera (una en Monterrey y otra en Cuernavaca), bailé, brinqué, grité y casi hasta lloré... y nada.

Odio esta época. Mientras que a otros les hace mucha ilusión la Navidad yo la odio. La odio porque me recuerda que se me acabó otro año, porque cada año que pasa yo estoy más de la chingada, porque lo bueno pasa rápido y lo malo se queda, y por la incertidumbre que trae una etapa nueva que yo solía ver siempre con optimismo, esperanza e ilusión hasta que me di cuenta a base de madrazos, que el año nuevo es sólo una fecha y no un nuevo comienzo. Odio esta época porque se supone que es época de paz y de felicidad y de buenos deseos, cuando en realidad es muy humano estar enojados, frustrados, tristes o querer que le vaya mal a alguien que nos hizo daño, pero es justo en Navidad cuando nos hacen sentir más culpables por pensar así. Por eso yo este año decidí pasarme al lado oscuro y desearle a una que otra personita que ésta sea su última Navidad feliz, que de aquí en adelante tengan lo que se merecen y se les frustren todos sus planes, que sufran y lloren y los atropelle un camión que no los mate sino que nomás los deje en estado vegetal y los médicos puedan hacer experimentos con ellos pensando que no sienten nada hasta que después de muchos años mueran quemados vivos.

Lo bueno es que a mi mamá le da toda la flojera del mundo poner el arbolito y adornar la casa, así que trataré de que la Navidad pase como cualquier otro día sin que me visiten los espíritus de la Navidad pasada, presente y futura, que bastante tengo ya con mis fantasmas personales, además de que no tengo dinero para regalarle nada a nadie, ja.

A todos los que sí festejan y se han portado bien conmigo (ja) les deseo mucha felicidad, amor, planes, dinero, vacaciones, salud y todo eso.


Quizá para el próximo post ya me haya regresado la inspiración y escriba algo más interesante.
Trataré, lo prometo.

domingo, noviembre 07, 2010

Cuando uno está muerto todos los días son Domingo.

Hace frío, un chingo de frío. Siempre he odiado los domingos. No hay nada en la tele y me la paso pensando y preocupándome por todo lo que tengo que hacer en la semana. Lo peor es que todo mundo está igual y sin embargo no hay nadie con quien distraerse. Ayer me fui a Cocoyoc con doñaroña y a pesar de casi morir en La Pera nos la pasamos bastante bien. Me gusta salir con ella porque odia al mundo tanto como yo, siempre nos perdemos y me hace reir mucho. En una de esas pláticas de carretera salió la frase del mes:

"Este año se ha ido entre que en chinga y de la verga"

Es cierto. Este ha sido uno de los peores años de mi vida. En los anteriores habían pasado cosas malas pero siempre quedaba esa lucecita al final del túnel, esa seguridad de que todo estaba pasando porque venía algo mejor. Este año no. Este año pasaron un chingo de cosas malas y esa sensación de esperanza no está, simplemente no existe. Y aprender a vivir nada más con el dolor, los recuerdos y las ausencias no está padre porque ya no hay nada que esperar, ni qué aprender ni a dónde mirar, y sin embargo uno tiene que seguir viviendo por inercia, como un maldito zombie. Uno aprende a vivir nomás para los demás.

Por cierto, me encantó 'The walking dead'.

domingo, octubre 31, 2010

Death and taxes.

En el camino del cementerio se encontraron dos amigos.
- "Adiós", dijo el vivo al muerto.
-"Hasta pronto", respondió el muerto al vivo.



Y se nos fue octubre rapidísimo y entre los dedos. Este año no pusimos ofrenda; en esta familia poco a poco se nos van acabando las tradiciones. Me acuerdo que antes había una calaverita de azúcar con el nombre de cada uno, papel picado, adornos, veladoras, comida y la foto del bisabuelo. Debo de confesar que yo desde chica he tenido una fascinación extraña con la muerte. Me quedaba viendo la flama de las veladoras por horas y me acordaba que alguien me había dicho una vez que el humo al elevarse hace figuras tan bonitas porque ocupa el espacio entre los espíritus que flotan entre nosotros. Entonces les sonreía a los espíritus y me daban ganas de bailar así yo también. Siempre me he preguntado cómo me recordará la gente que me quiere y por cuánto tiempo, si habré dejado alguna marca en la vida de alguien que a lo mejor ni me imagino, quién irá a mi funeral y qué anécdotas platicarán sobre mi y quién habrá de ir a regar mis cenizas en el mar donde me quiero quedar para siempre. Una parte de mi siempre ha sabido que ha de ser mejor estar muerto que vivo, porque se está sin estarlo, porque uno se queda en las partes que más le gustaron, y porque se está más cerca de la gente que uno quiere; exista algo en el más allá o no. La verdad, no me da miedo la muerte, al contrario. Me da miedo la forma en como me vaya a tocar morirme, eso sí. Quizá por eso siempre he querido ser yo la que escoja, pero esa es otra historia.

Es curioso como muchas culturas y religiones coinciden en éstos días para celebrar a sus muertos. Dicen que es porque los vientos soplan más bajo y eso acerca a los espíritus. Quién sabe. Yo sólo sé que aunque no hayamos puesto ofrenda este año, no quiere decir que no recordemos a nuestros muertos tan vivos como siempre. Yo sé que Lala andará por aquí buscando sus nueces y pasitas por los rincones donde las escondía para que mi mamá no la regañara por comer tantos dulces, regará sus geranios que ya no existen y le cambiará los vestidos a sus muñecas viejas. El abuelo dará dos timbrazos, refunfuñará quizá porque no le dejamos su comida favorita, y desde ahí me mirará con sus ojos de ternura y me acariciará la cabeza antes de irse.

No los olvido nunca por que los traigo siempre en el corazón.
Feliz día de muertos.

... y hasta pronto.

jueves, octubre 14, 2010

Pa'l diccionario urbano.

Tuve yo un ex-novio hace no mucho (pero tampoco tan poco) bastante nefasto. Empecé a andar con él porque acababa de terminar con un chavito al que quise mucho y pues él ahí andaba bien puesto. Por alguna extraña razón, terminó siendo mi relación más duradera hasta la fecha, y también me atrevería a decir que la peor. El tipo era de lo más patán, un niño consentido que no sabía vivir sin marcarle al nextel a su papá para preguntarle hasta qué calzones se debía poner cada día, farol, malacopa, lucidito, y por si esto fuera poco, ni siquiera estaba guapo.

Pero bueno, una es tonta y se enamora o se clava o se aferra o se acostumbra, y hasta acabé viéndolo con ojos de amor. El día que por fin tronamos mi familia me confesó que lo odiaban. Sobre todo mi hermano. Yo no sabía porque cada vez que el susodicho iba a mi casa, mi hermano se hacía güey y lo aguantaba, pero ese día me dijo que cortar con él era lo mejor que había hecho en la vida, que le cagaba la madre (mi hermano suele usar muchas palabras altisonantes), que era el pendejo más pendejo que había conocido y que sobre todas las cosas daba gracias a Dios porque le caga que las personas lo toquen y lo abracen y como éste ex-novio pensaba que todo mundo lo quería se la pasaba dando abrazos de poser.

Y bueno, el caso es que ahora cuando llega a salir en la conversación, mi hermano se refiere a el como "el pendejo" o "el poser". Y no hay otra palabra que lo describa mejor. Por eso me dio mucha risa el comentario del ninja peruano del otro día que platicábamos:


- Oye, ¿vas a ir al Corona Capital?
- Nah, ahora a esos eventos va puro pendejo que se siente hipster, qué hueva. Va a estar lleno de Brunos...


Reí horas. De ese momento en adelante "Bruno" se convirtió en un nuevo término para el diccionario urbano. Algo así como "hacer un Homero"...



Y sí, ya lo balconée, ni modo. Meh, si no no iban a entender mi punto...

martes, septiembre 28, 2010

Tercera llamada, tercera.

Ya, por favor, que se acabe este estúpido septiembre, este maldito año, esta agonía lenta, lentísima. ¿Qué pasa si en esta vida no está lo que busco, si lo dejé en algún otro lado donde me está esperando? ¿qué se hace cuando aquí ya no hay nada, cuando uno se siente como simple espectador en una obra barata donde nada tiene sentido?...

Ya sé que ya los fastidié a todos con mis posts emo, pero siento que no puedo hablar de esto con nadie. Algo perdí hace mucho, y a lo mejor alguno de ustedes entiende este vacío que lo come a uno por dentro.

viernes, septiembre 24, 2010

Find me.

Out beyond all the breakin' of waves and the tribulation
it's a place and the home of ascended souls
who swam out there in love...
Run to the water and find me there...



Tengo ganas de escribir algo pero en este momento aún no sé que vaya a salir de mis dedos. Tengo ganas de playa, de sol, de sentir la arena tibia bajo mis pies. Tengo ganas de oir las olas a ver si me revelan el secreto que tanto he estado esperando. Tengo ganas de regresar el tiempo, de que no exista. Tengo ganas de ti y de tus manos, de tu aliento, de tus labios y de tus ojos. Tengo ganas de que los días no me duelan, de que me devuelvan lo que me han quitado a la fuerza. Tengo ganas que me regresen las partes de mi que se han robado con cada despedida, las que no me regresarán nunca. Tengo ganas de cerrar los ojos y sentir paz y no ausencias. Tengo ganas de dormir una noche completa, y que esa noche dure lo suficiente para que el futuro no logre verse y las dudas no me alcancen, y las tristezas se difuminen y el dolor desaparezca.

Tengo ganas de respirar abajo del agua, de quedarme entre las olas, de que me arrullen con su vaivén eterno.

Quizás ahí me encuentres esperándote algún día.

lunes, septiembre 20, 2010

Septiembre.

Mi cumpleaños vino y se fue. Esta vez no hubo playa, ni borrachera ni fiesta. Hubo chiles en nogada, eso sí, y a mi mamá le quedaron buenísimos. En el bicentenario no hice nada más que comer pozole con mis primos mientras veíamos la fiesta en la tele. No salí de puente. Tampoco sentí feo ayer al recordar el temblor del '85 y ver la bandera a media asta. Soy un zombie. Me pregunto si algún día me volveré a sentir viva otra vez.

Mujer casos de la vida real: El sábado fui a casa de doÑaroÑa y uno de sus amigos dijo algo que me hizo mucha gracia. Me empezó a dar risa y entonces me descubrí a mi misma haciendo una mueca horrible. Me espanté porque creo que ya no me sé reir.

Triste, ya lo sé.

sábado, septiembre 11, 2010

Dr. Psiquiatra.

Ayer me levanté poquito después de las cinco de la mañana con la idea de volver a hacer colas de mil horas para que me dieran una cita en el Centro de Salud especializado en Psiquiatría que queda hasta Buenavista (Buenavistaa, Buenavistaaa, Bueeenaviistaaaa... ¿quién no se acuerda de ese comercial?... Estúpido Lagrimita, ja). Todavía oscuro, salimos del metro (mi mamá querida me acompañó) y entramos al lugarcillo este, que para mi sorpresa estaba mucho mejor de lo que me imaginaba. Ahora sí, sin caídas ni ojos morados, me dieron mi ficha y pues a esperar a que me llamaran. Como dos horas después me llamó un doctorcito ya mayor bastante simpático, el cual me hizo mil preguntas desde que si me llevaba bien con mis papás hasta que si mi "primera vez" había sido bonita o no (gracias a Dios éste no me preguntó cuántas parejas sexuales había tenido, pff), y pues después de todo el interrogatorio, abrió su cajón y sacó su recetario. Yo en ese momento sentí que se abría el cielo y me iluminaba una luz tenue y tibia y oía a los ángeles cantar "Aleluya". El doctorcito escribió y escribió y por fin me dijo que me tomara la misma dósis de Tafil que me había estado tomando hasta ahorita, y me recetó un antidepresivo que se supone que es súper nuevo y súper acá y no causa dependencia y todo eso, y luego bien buena onda me dio una muestra con siete de esas maravillosas pastillitas. Me dijo que por nada de este mundo podía dejar de tomarlas por lo menos durante seis meses. Yo salí de ahí un poco más feliz siendo ya toda una farmacodependiente oficial, me hicieron un estudio socioeconómico y me dieron cita otra vez para enero.

Y bueno, todo era alegría y felicidad hasta que fui a la farmacia a comprar mis medicinas. Primero resultó que el doctor me recetó Tafil de 50 mg, y en NINGUNA farmacia del país existe el Tafil de 50 mg. Existe el de 25 mg. pero como es medicamento controlado pues no te pueden vender dos de esos en lugar de uno de 50. Y luego, cuando pregunté por el antidepresivo maravilloso, resulta que la cajita con 20 pastillas cuesta casi $900 pesos. No-ve-cien-tos pesos. Ah, más los cuatrocientos del Tafil, por supuesto, y yo sin chamba, gracias. Uno no puede estar loco en ésta época, me cae. Total que después de recorrer 25 farmacias, salí con las manos vacías y ahora no sé que voy a hacer. Tengo que hablar el Lunes con el doctorcito a ver si me puede cambiar el antidepresivo por otro que es la misma sustancia pero que sí pasa por el hígado y me sale $600 pesos más barato. Damn.

Por lo pronto, tengo la muestra gratis y el Tafil de antes. Espero, de verdad espero, que las mentadas pastillitas sirvan. Por que yo creo que con medicinas uno puede engañar a la cabeza y construirse una felicidad ficticia, pero me pregunto si también las pastillas pueden engañar al corazón.

jueves, septiembre 09, 2010

Algo así.

Madre: ¿has visto pudrirse a los muertos?
¿has visto su carne salada
servir de alimento a gusanos hambrientos?
¿Su rostro tomar parecido
con la cruel textura que tiene el estiércol?
y, en vez del espíritu salvo,
¿vapor pestilente subir rumbo al cielo...?
Si has visto los ojos de un muerto,
sabrás lo que siento por dentro.


José Quintero (Buba).

lunes, septiembre 06, 2010

Encarecida petición.

Como ustedes han podido leer en este su blog de confianza, últimamente no he andado muy bien que digamos. Ha sido una época rara y sobre todo muy difícil. La depresión no es cosa de que uno quiera echarle ganas y salir adelante, es un dolor muy extraño que uno ni sabe bien dónde se localiza, que echa raíces bien profundo y que, básicamente, le jode a uno la vida.

Por eso mis muy queridos lectores, les quería agradecer, primero que nada, porque ustedes con sus comentarios me han mantenido a flote, me han sacado sonrisas y me han hecho sentir mejor. Y segundo, les quería pedir un gran, gran favor: necesito que me manden mucha, mucha buena vibra para que uno de los asuntos que me tienen así, empiece a resolverse. Necesito que me manden buenas energías para que todo salga bien, para que se abra ese camino, pa' que casi casi suceda un milagro, para que se me quite ese agujero que traigo en el pecho y que no me deja respirar. Así que por favor, si tienen un deseo que les sobre por ahí, regálenmenlo, no sean malitos. Yo les prometo regresar las buenas vibras y los buenos deseos, y tenerlos siempre en mis pensamientos.

Necesito toda la ayuda posible. De verdad. Desesperada y encarecidamente se los suplico.
Muchas gracias a todos, por todo.

Los quiero. Y no lo digo nomás porque sí.

miércoles, septiembre 01, 2010

Men in kilts and Highland dancing.

Hace ya algunos viernes, enfundada en unos pantalones de imitación cuero, una blusa escotada y mis zapatitos de plataforma negra; fui arrastrada en contra de mi voluntad por mi mejor amiga de la prepa hasta los bares de la Condesa. Hacía aproximadamente cinco años que no salíamos ella y yo solas y por alguna extraña intuición del universo, esa parecía una buena noche para regresar a las andadas. Así fue como después de inspeccionar muchos lugares (como dos, ja), entramos a un barecillo bastante equis donde la música se oía super fresa (nuestra favorita) y la gente no parecía tan mamona, así que podríamos bailar ridículamente como lo hacíamos en nuestros buenos tiempos de juventud. Ya adentro, nos instalamos en el primer sillón que vimos desocupado y pedimos ella un Bailey’s y yo super loser una Coca con hielo (por eso de que no puedo tomar). Y entonces, como lo habíamos prometido, nos dedicamos a bailar estúpidamente sin prestar mayor atención a los asistentes masculinos, que a final de cuentas, después de escanear brevemente el lugar, no había ni uno solo más o menos decente como para perder el tiempo en ligotear.
Fue en una canción de negros cuando un bombón al que yo no había visto se me acercó de la nada y balbuceó algo que no pude entender.
- ¿Quéeee?
- Do you speak English?- me dijo con acento de Harry Potter.

Y bueno, pues que nos ponemos a hablar en inglés, yo con mi acento pésimo y a él que todas las palabras le sonaban tan bonitas. A mi amiga le presentó a su amigo australiano mientras me contaba que él era escocés, que había estado en México desde hacía unos días y que se iba a el lunes de regreso a su país. Bailamos, y un mesero bastante oportuno me empujó al pasar, haciendo que me pegara al cuerpecito super bien formado del escocés, el cual ni tardo ni perezoso, aprovechó la oportunidad y me besó. Y pues que me gusta la besuqueada y que ya no nos despegamos en toda la noche, hasta que pusieron Timbiriche y todas esas cosas de mi (uuuuh) generación y pues no me quedó más remedio que quitarme los malditos tacones traicioneros que ya me habían sacado ampollas y ponerme a brincar como una loca con mi amiga mientras los extranjeritos nos veían con cara de whatthebloodyhell mientras trataban de imitar nuestras coreografías. Total que intercambiamos mails y nos despedimos y pues cada quien para su casa/hostal y todo bien.

Al otro día me encontré un mail del escocés en mi inbox preguntándome que si quería hacer algo el domingo, y pues como no tengo vida social y menos los domingos, quedamos de vernos afuera del Museo de Antropología en Chapultepec. Obvio, el siendo escocés, estaba ahí a la hora en punto, y yo corriendo porque el taxi no llegaba y el tráfico no cooperó nada, llegué un poco tarde pero sin perder el glamour. Nos fuimos a pasear, tomamos un camión a la Roma (resultó que el escuincle sabía usar mejor el transporte público mexicano que yo, ja) y me lo llevé a La Cervecería. Hizo una cara extraña al probar la michelada, pero le dije que no se podia ir de México sin probar una. Me platicó de su país, de sus hermanas, de que había vivido en Francia donde era instructor de esquí (punto más para él), que ya tenía chamba para cuando regresara, que se había pasado las últimas siete semanas viajando solo por Latinoamerica, que había surfeado en Costa Rica (cien puntos más para él), y que se le hacía raro y bien bonito ver que en México la gente se besaba y abrazaba en la calle así, a plena luz del día. Yo le conté un poquito de mi, y entonces me agarró la mano y me la apretó fuerte y me dijo con su ancento encantador:
- Nunca nadie me había besado como tú me besaste el viernes. Me pones nervioso, ¿sabes?... Si quisieras, podrías hacer lo que fuera de mi.

Yo sonreí, tratando de olvidar que le llevaba cinco años y que él se regresaba en unas horas a su país primermundista y que yo todavía traigo el corazón hecho millones de pedacitos filosos que se me entierran profundo en el alma cada que respiro. Me le quedé viendo y me di cuenta por qué me gustan chavitos. Y es que a los 23 pareciera que todavía no se les acaba la ternura en la mirada, en las palabras, en los besos. Caminamos agarrados de la mano hasta un cafecito, y ahí nos quedamos platicando otras dos horas, hasta que empezó a llover estrepitosamente. Esperando el taxi, me abrazó muy fuerte, y nos quedamos así, mojándonos sin que nos importara la lluvia. Por primera vez en meses, sentí que el aire me entraba a los pulmones. Y respiré.

Lo dejé en el metro Centro Médico. Nos besamos mucho, apresurado y lento, desesperadamente como cuando se sabe de antemano que será la última vez. Prometimos escribirnos, se bajó del taxi, me dijo adiós con la mano y se alejó.

Al día siguiente, me encontré con un mail que decía:
"Me dio mucho gusto haber decidido salir el viernes, porque así pude conocerte. Me gustaría que las circunstancias fueran diferentes, pero puedes estar segura que te voy a recordar por siempre. Espero volver a verte algún día."

Y yo, mientras sonreía, respire profundo sabiendo que en cualquier momento, el aire me iba a empezar a faltar otra vez.

miércoles, agosto 25, 2010

Amsterdam #71.

Mi corazón está ocupado. Y yo espero.

Traigo una botella de vino encima. Se supone que no puedo tomar ni una gota de alcohol mientras estoy tomando Tafil, pero fuck that, la ocasión lo ameritaba. Hacía años que no lo veía; años. Y él, que fue quizás el más grande crush que tuve en mis juventudes (ja!), me hablaba de su trabajo, de sus aventuras y de su próxima boda. Bo-da. Y yo que estaba tan perdidamente enamorada de él precisamente porque pensaba en aquel entonces que el maldito infeliz era uno de esos que iba a ser libre siempre: libre de corbatas, libre de celulares, libre de tradiciones... Creo que fue a la tercera copa que descubrí un poquito de esa libertad existiendo todavía dentro de él, esforzándose por rebelarse a pesar del traje, la Blackberry y la corbata azul. Acabando de comer, ya en el café y después de contarle todas mis recientes tragedias, extendió su mano y me regaló un billete de Brasil, quesque pa' la buena suerte. Le dije que antes de regalármelo lo cargara de buenas vibras, y entonces lo puso entre sus dos manos, cerró los ojos y después de unos segundos me lo entregó de nuevo, diciéndome: ahora sí guárdalo, que va con las mejores vibras. El dinero llega si lo buscas; en cambio, el amor es al revés.

Y mientras me abrazaba despidiéndome en el sitio de taxis, supe que él hubiera dado lo que fuera por alargar ese momento, por regresar el tiempo algunos años, por desabrocharme la blusa despacito. Y yo quizás por contarle los lunares de la espalda donde me entretenía horas, asegurándome de que no me faltara ninguno. Peeeero los años son culeros, los fantasmas demasiado vivos y las circunstancias no perdonan nunca. Y si hubiera sido un poquito más valiente, quizás le hubiera dicho (aunque sospecho que ya lo sabe), que es una verdadera lástima que ambos nos hayamos llegado tan demasiado tarde.

Él se casa en diciembre. Y yo tengo un billete de Brasil en la cartera y el corazón ocupado, en espera, como en coma inducido; rezando para que el tiempo, por primera vez, trabaje a mi favor.


Síp, yo aquí sigo, llorándote con lágrimas de vino tinto, agua de mar y Tafil.


Próximamente: la historia del bombón escocés.

martes, agosto 24, 2010

¿Somos hombres o... ardillas?

Como muchos de ustedes ya saben, soy, he sido y seré fan de Hanson toda mi vida. O bueno, desde que tenía quince, pues, y considerando que el día de hoy tengo casi (hágase énfasis en el CASI) el doble de edad, pues se puede decir que ya llevo un buen rato babeando cada vez que veo a Taylorpapacitomirey, o que un gritito de fan adolescente quiere salir de mi garganta cada que escucho alguna de sus canciones, o que compro boleto de primera fila para sus conciertos cada que tengo la suerte de que anden por donde yo en ese momento. Pero bueno, ese no es el punto de este post. El punto de este post es que ayer tuitée (sp?) lo siguiente:

¿Cómo es posible tanta hermosura y tanto talento junto en un sólo güey? (link de un video que les dejo al final)

Y entonces, un follower al que yo no sigo me contesta:

pus porque es putote.


...


Ok, buena explicación, querido follower al que no sigo. ¿Eso quiere decir que los tipos guapos y talentosos a huevo tienen que ser putos? ¿por qué? ¿es como una regla general o algo así de la cual yo no me había enterado?... ¿O es acaso que la mayoría de los hombres son tan inseguros que no pueden aceptar que un tipo bendecido por la genética tenga, aparte, mucho talento y miles de mujeres gritando cada vez que emite algún sonido, mueve una ceja o parpadea?... Porque me puedes argumentar que no te gusta su música, y es más, si sabes de música, hasta me puedes explicar por qué las canciones de Hanson apestan y yara yara. Pero de que el tipo es guapo, talentoso, y aparte (me consta) buen pedo; lo es. Si es puto o no, qué más da, de todas maneras sigue haciéndome chambas buenísimas en todas mis fantasías. Lo mismo pasa con Zac Efron, Chace Crawford, todos los bonitos famosos. Lo mismo pasó con Leonardo DiCaprio en su época titanesca: en cuanto se le quitó lo bonito, los hombres dejaron de decir que era puto. Curioso fenómeno, digo yo.

Así es que, hombres de este mundo, cada vez que nos dicen que algún guapo que nos gusta es puto, los que quedan mal son ustedes. News flash: A nosotras no nos va a dejar de gustar el guapo en cuestión y, en cambio, ustedes quedarán como unos ardidos.

Gracias por su atención.



P.D.- Les dejo el video, por si lo quieren ver. Esa canción me hace llorar. La frase con la que empieza, well I just can't seem to pity 'cause my heart's to numb to feel, and the smile does all the talking, though the pain is all that's real... ¿Quién no se ha sentido así?

P.D. #2- Te amo, Taylor Hanson.

miércoles, agosto 18, 2010

Post en copretérito.

Podría contarles del viernes pasado que me fui de antro con mi mejor amiga después de cinco años de no hacerlo, o podría tal vez contarles que sigo llorando todas las noches antes de dormir, pero pa' qué, si creo que ya se lo sospechaban. Podría contarles de las ganas que tengo de irme a la playa pero del poquísimo dinero que tengo para hacerlo, o también podría hablarles de mis clases de yoga y de cómo es que ya me volví fan y ya me creo mucho nomás porque al final de la clase ya me sale el "Namaste". Podría contarles que el domingo pasado fui, después de lo que parecieron décadas, un poquito feliz gracias a un bombón con acento inglés que me llevó a comer a La Cervecería y al cual despedí en la estación Centro Médico pa' que con toda la tristeza del mundo se regresara a su país que me queda del otro lado del océano y del corazón.

Pero ya les contaré de todo esto, quizá, en alguna otra ocasión. Por ahora me gustaría nomás que vieran mi recién estrenado book, que más que book es sólo un tumblr con la recopilación de las cosas que he hecho durante años. Y es que la programación de la página, así como muchas otras cosas, me la quedaron a deber. Whatever. Aquí está la dirección:

worales!: my design and illustration book.


Comentarios gratamente apreciados.

miércoles, agosto 04, 2010

Azotadísima.

Como si no fuera suficiente con todo lo que me ha pasado últimamente, ayer me caí. Sí, me caí, ríanse todo lo que quieran, me lo merezco porque mi caída fue una de las caídas más imbéciles en la historia de las caídas imbéciles, y a pesar de haberme partido toditita mi madre, debo aceptar que lo que más me dolió fue el orgullo. Fuck you, life, fuck you.

Teniendo un récord de más de diez años de feliz coordinación motriz, ayer en la mañana me caí. Iba corriendo, pise lodo, se me resbaló el pie y me partí toda la madre. Me raspé la rodilla, me torcí horrible la mano izquierda con todo y moretón incluído, me abrí la ceja y traigo el ojo morado. Bien sexy, ya lo sé. Ahora ando toda jodida y no me puedo ni mover.
Osea neta, ¿qué más quieren de mi?...

Resumo mi patética existencia diciendo que aún después de la caída, sigo estando mucho más madreada de adentro que de afuera.


Lloraría, pero me arde un chingo.

jueves, julio 22, 2010

He ahí...

... que mi corazón amanece duro como el excremento,
de lejos carne parece, bien mirado es puro hueso.




Me siento de la verga.

Sí, así, sin asteriscos en la "e" pa' disfrazar la palabra, así sin nada de censura. Así me siento, de la V-E-R-G-A.
Y sí, a veces el Tafil ayuda, otras veces, como ahorita, no. Y he ahí que lloro y lloro y se me acaba el aire en los pulmones, y los minutos no pasan, y la queridísima chingada me carga y me lleva cuando se le da gana. Y he ahí que me está ganando el peso de algo que no sé qué es. Y he ahí que quiero escribir pero no sé cuáles serían las palabras para expresar el vacío, la ausencia, el hueco que llevo en el pecho y que literalmente, duele y duele un chingo. Y he ahí que me frusto porque hasta eso se me ha perdido; las palabras, así que me disculpo de antemano por este torpe y desesperado intento de consuelo y desahogo.

¿Mi rutina?... Por ahí de las siete de la noche me agarrra el pinche miedo de la noche y no me quiero dormir porque no quiero soñar, y he ahí entonces que el Tafil medio me salva y medio me duerme. Pero tampoco quiero abrir los ojos en la mañana porque ya sé que me espera otro día lleno de nada. Así como La Vacuidad de "La historia sin fin". Nada.

Y he ahí que hace días que se me fue la esperanza. Ya harté a todo mundo con mis dramas, ya sé. Pero esto va más allá de mi, ya no sé cómo controlarlo. Qué hueva me doy. Que-hueva-me-doy.

Pinche vida, te odio. Te odio porque me arrebatas cualquier alegría así nomás, porque puedes.

He ahí.

jueves, julio 15, 2010

Opaco.

A veces, la vida es una mierda.
Ando en Tafil, ustedes disculparán.


Ya volveré.

martes, junio 15, 2010

A quién corresponda:

No sé en qué parte del camino me hicieron tanto daño. No sé bien cuándo fue que me enseñaron a querer con cuidado, a medir cada paso, a pensar cada palabra. No me gusta ésta yo que soy toda remendada, llena de costuras visibles y mal hechas.

Queridos fantasmas personales: déjenme en paz por favor, acaben de largarse todos de una buena vez, llévense sus maletas de recuerdos, sus traumas que me obligaron a cargar durante tanto tiempo, su pinche polvo que me nubla la vista. Llévenselo todo, háganse una venta de garage, tírenlo a la basura, anúncienlo en clasificados, lo que quieran pero saquen todas sus porquerías de aquí, yo ya no quiero nada. Llévense lugares y esquinas y frases trilladas, engaños, mentiras, desilusiones y pretextos. Váyanse, lárguense a la chingada todos. Todos, el primero, el último y los de en medio; déjenme vivir con mi presente, bórrenme la memoria, y les regalo de pilón mi corazón madreado sin gastos de envío.

Váyanse, no quiero verlos. Y cierren la puerta al salir, si me hacen el favor.


Qué pinche difícil es la vida cuando anda en sus días y se empeña en meterte el pie cada paso que das.

martes, junio 01, 2010

Y volver, volver, volver...

Se me escurre una lagrimita por los recuerdos que me llevo (todos, toditos, los de la playa, los de los días llenos de niebla, los que se huelen, los que suenan todavía en mi cabeza, los que me hacen sentir este vacío en mi corazón de pollo, todos) y otra por las ilusiones que dejo (las que jamás se cumplieron, las que dejé en la cama inflable que me prestaron, las que se me fueron por entre los dedos por tener las manos frías y las que nomás me imaginé que, por alguna razón, ahora sí me iban a ser concedidas...)

El nudo que tengo en la garganta es tan grande que no me deja respirar. Me duelen las entrañas, los ojos, hasta el pelo.
Y no puedo hacer más nada que treparme en un avión, con todas mis esperanzas apretadas en el puño.

Cuéntenme un cuento con final feliz.

viernes, mayo 21, 2010

Me dicen La Dramas.

A veces, como hoy, me da por ser dramática. Me da por llorar y me da por acordarme. Me da por contar los pedacitos que me faltan, los que fui dejando en el camino, los que me robaron, los que regalé sin saber. Y me da también por contar ausencias, una por una. La que vive en el patio de mi casa. La que a veces me compone canciones. La que camina conmigo cuando se nubla. La que guardo en mis cajones. Esa de la que no me quiero acordar nunca. La que siento cada vez más cerca. Todas se me juntan en la garganta cuando me da por ser dramática, como hoy. Ustedes perdonarán.

Y otra cosa que me pasa es que me da por extrañarlo a él, sólo a él, con su sonrisa amplia y sus poderes mágicos, y sus sueños y sus teorías y sus ideas amarillas; y esa es la peor ausencia de todas, la de él, la que lleva su nombre; y es la peor porque me acompaña siempre y a todos lados y a todas horas, y me conoce tan bien que sabe que a pesar de todo, no quiero que se vaya.
No quiero que se vaya nunca.


- ¿Misión Imposible II?
- Sí... qué, ¿no te late?
- Sí, pero luego me ataranta tanto balazo y tanta explosión
- Bueno, pues si te aburres o te da sueño, te puedes recargar en mi hombro, y te puedes dormir si quieres...

No me aburrí y no me dio sueño, pero aún así me recargué en su hombro. Pegué mi nariz a su cuello y me dediqué a sentir su sonrisa.

En ese entonces él sonreía por mí.



Diez años. Desde ti, creo que me da por ser dramática más seguido.

miércoles, mayo 19, 2010

Reflexiones de miércoles (literal).

El otro día estaba platicando con el Ninja, que como todos saben es mi hermano, y que como también probablemente se hayan dado cuenta, una cosa que compartimos en los genes de la familia Petrelli es la habilidad para criticar y quejarnos de todo (o casi todo, si estamos de buenas) lo que nos rodea. Ese día no fue la excepción, y la plática nos llevó a la conclusión de que otra de las cosas que odiamos en esta vida son las bicicletas, y por lo tanto, a los bicicletistas. ¿Por qué?... muy fácil:

Por que estorban.

Acéptenlo, estorban, y estorban mucho (aparte de que es ñoño). Ahora que he estado viviendo en una de las ciudades que "más se preocupa por el medio ambiente", me topo con bicicletistas en todos lados. Todos con su casquito ridículo y algunos, los que se creen bien acá, con esos trajes fosforescentes espantosos. He estado a punto de morir atropellada por una estúpida bicicleta aproximadamente diez veces. Y es que los bicicletistas creen que:

a) Bicicleta mata coche porque es bien ecologista y bien green y porque ellos son bien cool y no contaminan.
b) Bicicleta mata peatón porque... ps porque pueden. Sí, si no me creen, mi hermano les puede decir cuánto duele ser atropellado por una bicicleta.

Y es por eso que no respetan sus carriles, y que te salen de donde menos lo esperas, y que todavía se enojan si te les atraviesas. Ah, pero cuando un coche los atropella es todo un desmadre. Sí, he visto varios atropellados y créanme, no es bonito, pero la verdad es que la mayoría de la gente que anda en bicicleta NO SABE ANDAR EN BICICLETA (aparte de que es ñoño). Tratar de turistear por el Golden Gate es un suicidio por culpa de las bicicletas. Odio las bicicletas. Quizá por eso jamás le encontré el chiste a aprender a andar en una.

Qué tal que aparte perdía mi virginidad en una de esas.



Créanme, las motos son mucho más divertidas, ja.

domingo, mayo 16, 2010

Pregunta:

¿De dónde se agarran fuerzas cuando ya que con tantos trabajos uno se pudo volver a levantar, la vida (sin consideración alguna), lo tira a uno de nuevo?

¿Algún alma caritativa que me aviente un salvavidas?... no sean malitos, ya me cansé de nadar a contracorriente.

lunes, mayo 10, 2010

I think I'm finally scared now...

... you think I'm weak,
I think you're wrong...



Me caga despertarme triste. Ayer que me estaba quedando dormida supe que hoy iba a despertarme triste, lo supe así nomás, como siempre. Nunca he sabido bien a qué se debe, el caso es que ahí está y ya. ¿Nunca has extrañado un beso?... Extrañas los besos que nunca fueron, esos que tanto te prometieron. Los que no te darán en un futuro. Los que sabían a cigarro y a café. En los que dejaste el alma. Los de despedida que siempre saben a sal. Los rápidos, los desesperados, los inocentes, los que siempre te llevarán a algo más. Nunca los condescendientes, porque esos duelen demasiado y no valen la pena, pero sí esos que imaginas cuando piensas en sus labios, los que das desde lejos.

¿Alguna vez has pensado en morirte? ¿Será luz, estará oscuro, te quedarás con una sonrisa? Te vas a morir, no hay duda, pero que de eso se preocupen los otros que van a extrañarte. Ojalá te extrañen bonito, despacio, sin llorar y sin hacer ruido. Ojalá que cuando se acuerden de ti sonrían. Ojalá que se acuerden mucho pero no demasiado, nomás lo suficiente pa’ que no dejes de existir tan de repente.

A lo mejor hoy me desperté triste porque me desperté demasiado temprano y demasiado sola y demasiado lejos. ¿Te has dado cuenta que desde hace tiempo ya nada es fácil? Pareciera que tienes que pagar un precio por todo lo que te importa. Un precio alto. ¿Quieres amor? Pues vete a buscarlo. Y si lo encuentras seguro lo encuentras lejos, así que prepárate para tener que decidir todo el tiempo. Escoge. Vas a escoger el amor porque a eso viniste. Porque es lo más importante. Porque no te queda de otra. Y sabes que tarde o temprano va a dolerte porque así es, porque nunca sabes cómo se terminará la historia. Y aún así cierras los ojos cada que das un beso. Tonta.

Hoy me desperté triste porque lo extraño. Me pregunto por qué todo es tan difícil, qué va a ser de nosotros, si a él le importa tanto como a mi, si también se preocupa, si me extrañaría lo suficiente como para no dejarme ir. ¿La verdad? no creo. Y duele.

¿Alguna vez te has preguntado si Dios existe?... Por que ¿sabes, Dios?, éste sería un buen momento pa’ mandar alguna señal, aunque sea en forma de epifanía.



También se aceptan vales de despensa.

sábado, mayo 08, 2010

¡Pajaritos a volar!

Para llegar a casa de mi surfer usualmente tengo que tomar dos camiones, pero como ayer el día estaba bonito (cosa rara en los San Franciscos), decidí saltarme el primero y caminar. No había yo caminado ni una cuadra cuando así, a media calle, me encontré tirado un billete de $10 USD. Yo NUNCA me encuentro dinero tirado en la calle, y menos dólares, y menos $10, así que recogí el billete con una gran sonrisa por mi buena suerte y seguí caminando. Llegué a la parada del segundo camión cuando empezó a hacer un chingo de aire frío. Quince minutos... veinte; el estúpido camión no pasaba y yo empezaba a congelarme, así que decidí mejor aventarme las las doce cuadras faltantes a pie a ver si así entraba en calor. Di media vuelta y no acababa yo de dar dos pasos cuando vi una pequeñísima bolita gris acurrucada al lado de la banqueta. No sé por qué me llamó la atención, nunca veo para abajo cuando camino. Me acerqué a ver qué era, y descubrí un minúsculo pajarito (no les miento, no medía ni cuatro cm.) que seguramente se acababa de caer de su nido. Ahora, conmigo pasa un fenómeno extraño: cuando veo un animalito indefenso y vulnerable empiezo a llorar. Así de la nada. Y la ridícula de su servidora recogió al pajarito mientras lloraba a moco tendido, sí, a media calle. Lo envolví en un kleenex que traía en la bolsa y lo acomodé en mi mano con mucho cuidado de no lastimarlo. Nueve cuadras y muchos mocos después llegué con mi surfer (que al verme llorosa y con un kleenex apretado en mi puño, me preguntó un poco alarmado si me había pasado algo y traía yo un pedazo de dedo o algo así en la servilleta, ja).

Ustedes ya saben que yo viví en México 28 años, y encontrarme pajaritos en la calle me pasaba seguido. Siempre los recogía (con todo y corucos), los ponía en una caja de zapatos llena de trapos y les daba agua y pan remojado con un palillo. Casi siempre se me morían a los dos o tres días. Luego los envolvía en una servilleta con mucho cuidado, los ponía en una cajita de medicinas y los enterraba en mi jardín. ¿No es eso lo que hacíamos todos?...

En México, sí. Ayer me di cuenta que en verdad estoy en el primer mundo. ¿Cómo?... pues me disponía yo a buscar pan para tratar de darle de comer al pequeño Tuirer (así lo bauticé por que traía un escándalo inversamente proporcional a su tamaño) cuando mi surfer me dijo que a una cuadra quedaba una veterinaria y que mejor lo lleváramos ahí pa' ver si nos podían ayudar. Fuimos y nos dieron un teléfono. Llamamos al teléfono y nos transfirieron a la protectora de animales. Nos interrogaron. Me dijeron que no le diera nada de comer. Casi me regañan por no fijarme si los papás del pajarito estaban cerca cuando lo recogí. Y nos dijeron que iban a mandar a alguien a recogerlo. Hora y media después, un señor con uniforme como de policía tocó el timbre. Le di la caja donde había acomodado a Tuirer. Me dijo que lo iban a llevar a un veterinario y que se iban a encargar de él. Me dió las gracias por cuidarlo y lo metió en su camioneta especial donde me dijo tenía otros dos iguales. Ni me dejó despedirme. Chale, pensé. Qué chingón que el nido de donde se cayó el pajarito haya estado en San Francisco, así no tendré que buscar una cajita de medicinas porque seguramente, tarde o temprano se me iba a morir...

¿Y los $10 dólares?... Fue como si Dios me hubiera pagado por adelantado por hacerle un servicio a la comunidad.

jueves, abril 29, 2010

Don't stop believing...

Hold on to this feeeeeliin'...

Ando de emo. Resulta que me tengo que volver a mudar y no quiero. Y lo peor no es eso, si no que me tengo que mudar antes del lunes. Sí, es una mamada y sí, ando como loca buscando algo cerca de aquí porque amo este barrio, tiene toda la onda y aparte ya me sé las líneas de camión y me queda cerca de la casa de mi surfer. No sean gachos, mándenme buenas vibras pa' encontrar algo en chinga y que me convenga. Odio andar de judío errante, me caga sentir que ningún lugar es mio, me caga. Me caga tanto que ando pensando seriamente en regresar a México donde está mi casa y mi familia y mi mamá que me hace de comer lo que me gusta y mis amigos que no me dejan estar triste nunca y los tacos y las quesadillas de la esquina. Pero maldito sea el amor, ando en la pendeja y hacía mil años que no sentía esto por alguien y nos vemos y se nos cae la baba y todas esas cursilerías que no me dejan regresar a mi país.


¿Por qué, Cupido, por qué?

miércoles, abril 21, 2010

La televisión de ahora ya no es lo que era, ya no es lo que era...

El otro día mi surfer me dejó sola viendo la tele en su casa porque el surf report decía que las olas iban a estar súper maravillosamente increíbles en Ocean Beach y cuando eso pasa todo lo demás se le olvida (ah, pero querías andar con un surfer ¿verdad reina? me lleva la chingada)... Dos horas después llega y me cuenta de las olas y de las piedras y de las focas y de que se raspó y warawara. Yo me le quedo viendo y le digo:

- ¿Sabías que acaban de sacar unas galletas Ritz que son mitad galleta mitad pretzel?

Segundos de silencio y suelta la carcajada.

Yo hablaba en serio. ¿Apoco no es la botana perfecta? ¿cómo es que a nadie se le había ocurrido antes?

A mi surfer le da risa, pero es que mi cerebro suele memorizar los datos menos-menos importantes. Ya ven, eso es lo que pasa cuando a una la dejan sola viendo dos horas de casi puros comerciales y sin desayunar.


Ahora adivinen qué me compré ayer que fui al super...

viernes, abril 16, 2010

Una piedra en el camino...

Tengo miedo de un día encontrarte a media calle, o en un centro comercial, o en una parada de camión o comiendo en el mismo restaurante. Tengo miedo de encontrarte, punto. Me da pavor. Por que aún con todas estas ganas que tengo de verte acumuladas desde hace diez años, aún cuando cada fibra de mi pequeño cuerpecito vibre nomás de pensarlo; sé con la misma certeza con la que sé que me voy a morir algún día que el día que te encuentre se me van a olvidar todos los años, todas las fechas, todos los nombres y todas las cicatrices. Ese día se me va a ofuscar la poca razón que me queda, se me va a poner la piel chinita, la garganta se me va a hacer nudo, me van a temblar las rodillas y lo más seguro es que pierda la voz. Sé que ese día (así de puritito instinto) me voy a acordar de la medida exacta entre el lunar que tienes abajo de la oreja y tu boca, voy a intuir de nuevo el arco que hacías con la ceja izquierda y voy a dejar que me borres el pasado tan sólo con media sonrisa, así sin oponer la más minima resistencia. Tengo miedo porque sé que ese día me va a dejar de importar todo, por que la vida que viví sin ti (que ha sido toda, por cierto) va a contar como sólo un instante, y que por andar deslumbrada nomás de verte mover las pestañas quizá hasta se me salga una lagrimita medio de nostalgia por todo lo que no fuimos y medio de esperanza de ponerle por fin un final feliz (o un final nomás, ya con eso me conformo) a nuestra historia tan mordisqueada y tan incompleta. Y sobre todo, me muero del miedo porque si un día te encuentro, sé que en el tono justo del verde de tus ojitos me voy a dar cuenta que todo ese tiempo que no anduviste cerca yo viví nomás de la pura inercia con la que me dejaste palpitando el puño de mi corazón.

Y entonces sí, cárgame la chingada porque me declaro incompente en la materia de poder olvidarte por segunda ocasión.

jueves, abril 15, 2010

No me vengan con esas chingaderas.

Ahora que he andado sin mucho que hacer me estoy aventando toda la temporada de ‘The City’ directito de la página de Mtv, lo malo es que viene con tres anuncios que te repiten millones de veces; uno de una esponja mágica limpia-todo, otro de una pasta de dientes que te blanquea la dentadura en dos semanas y uno de Tampax Pearl, en el cual la chica protagonista desafía a la madre naturaleza sintiéndose limpia y fresca y segura y feliz y se va a los rápidos y corre y nada y usa shorcitos blancos y se ve más linda que nunca. Y me hace enojar muchísimo porque aparte de que me lo repiten cada dos segundos yo justamente ando en “mis días” y lo único que siento es que estoy hinchada y adolorida y de malas y chipil y me pongo de histérica y me siento fea y el pelo no se me acomoda y no me dan ganas de nada más que de quedarme echada en mi cama en pants y comer helado de chocolate el cual por cierto me da flojerísima ir a comprar. A mi pobre surfer ya le chillé y me enojé y me frustré y le hice un drama mientras él me veía con cara de what y me abrazaba a ver si así se me pasaba la locura. Osea cero ir a los rápidos y cero frescura y felicidad y odio al mundo el día de hoy.

Malditas estúpidas hormonas traicioneras.
He dicho.


Ah, pero luego me encontré esto en mi twitter y me puse de buenas. ¿Ven como soy bipolar? ¿ven?

lunes, abril 12, 2010

Completamente random porque estoy aburrida.



Me acuerdo perfectamente cuando en la prepa me pasaba hoooras en el teléfono con mi amigui. No sé de dónde sacábamos tanto tema de conversación, la verdad, si nos veíamos todos los días, tooooda la mañana. Ella fue la primera en enterarse ese 15 de julio de hace diez años de LA noticia. Me acuerdo que le hablé toda emocionada cerca de las 11 de la noche para contarle que el que sería el gran amor de mi vida me acababa de pedir que anduviéramos.

- Güey, yo ya sabía que iban a andar desde el día que se conocieron. No manches, se notaba a leguas.

Ash, si me hubiera dicho eso 22 días antes, me hubiera ahorrado 21 noches de insomnio, 3 días de gastritis y mucha incertidumbre. Aunque ahora que lo pienso, lo más probable es que no le hubiera creído porque así soy yo de pesimista.


Extraño muchas cosas el día de hoy.

sábado, abril 10, 2010

Ya no hay valores, me cae.

Sí, es sábado y todavía no dan ni las diez de la mañana y yo ya estoy despierta. Esto de tener roomates no me está dejando nada bueno, uno de ellos perdió su llave y POR QUÉ NO tocó el timbre a las 9, y ¿quién creen que tuvo que bajar dos pisos a abrir la puerta a esa hora?... Adivinaron. Con este frío y en pijama y todavía con lagañas en los ojos. Cero glamour.

Leyendo la entrada del Ninja Peruano me quedé pensando que a lo mejor eso de odiar la cursilería viene de familia, porque a mi hay pocas cosas en este mundo que me caguen más que la gente tonta y cursi (no es cierto, hay un chingo de cosas que me cagan igual, soy bien mamona pero esa es otra historia). Ejemplo: Tengo un amigo que hace unos meses conoció a una niña por internet, ella vive no sé dónde y nunca se han visto pero ya se aman con locura y pasión, y se saturan el Facebook con corazoncitos y teamos y teadoros y teextraños, adjuntando imágenes de ositos y videos de youtube con canciones de amoooors. Y bueno, les podría platicar por lo menos otros 15 casos como ese. Desconfío tanto de las parejas que presumen de su amor en Facebook y en msn, esos que a cada ratito cambian su estatus con la cuenta regresiva para la boda, se llaman mutuamente con sobrenombres como 'princesa' y 'esposito', se la pasan poniendo updates como ereselamordemividateamomiamor y TODAVÍA como si eso fuera poco, ellos mismos le dan "like" a sus pendejadas. Pfff. Dios por favor acaba con su sufrimiento y de paso con el mío. Dime de lo que presumes y te diré de qué careces... ¿no va así el dicho?...

Y que conste que no es que yo sea una grinch que esté en contra del amor, nada más me molesta de sobremanera la gente estúpida. Cuando mi surfer me dijo 'Te amo' por primera vez me lo dijo en español con su acento todo gringo y me agarró completamente desprevenida y casi que me dieron ganas de chillar (casi). Para mi ese pequeñito esfuerzo valió mil veces más que si me hubiera saturado mi wall con fragmentos de poemas de Benedetti y canciones de Damien Rice. Oséase, en otras palabras, estoy admitiendo que estoy enamorada pero mi surfer es guapo guapo y la mayoría de los novios feisbuqueros no, ja.

Moraleja: Qué bonito es el amor pero la gente estúpida jamás dejará de serlo y mejor mándense sus ñoñerías al inbox y no las pongan en su wall, que lo más probable es que a nadie le interesen y que ni ustedes mismos se las crean.

Ah, y que si tienen roomates que pierden su llave, no les abran la puerta antes de las decentes 11:00 de la mañana.

miércoles, abril 07, 2010

Garabatos.



No tengo mucho que hacer como podrán darse cuenta, así que me puse a garabatear y como resultado de mi ociosidad, aquí nos tienen a mi surfer y a su servidora versión Humberto Ramos; porque soy su fans from hell.


¿Apoco no nos vemos re-bonitos?...

viernes, marzo 26, 2010

Y todo para qué...

Debo de admitir que yo tengo una relación de amor-odio con Facebook (últimamente hay más amor que otra cosa), porque gracias a él es que me entero de toooodos los chismes de mis amigos, ex-coworkers, compañeras de la prepa y por supuesto también donde stalkeo de la forma más vil a todos aquellos antiguos amores/frees/onenightstands/crushes y demás etcéteras.

Hace poco les posteaba yo la anécdota de la lava lamp, y bueno pues les cuento que yo moría así mal de estoyanadadecortarmelasvenas por el protagonista de aquella historia. Durante años, AÑOS, cada vez que lo veía se me caía la baba y de repente él como que medio me hacía caso y luego no y así me tenía el maldito infeliz, hasta que un buen día me invitó a comer y ni siquiera habíamos pedido el postre cuando me di cuenta que ya no me gustaba más.

Sí, ya sé, quién nos entiende.

Pero bueno el caso es que hace rato andaba de ociosa en Facebook (les digo que puro amor últimamente) y tómala que veo que ya cambió su estado de single a engaged y hasta tiene un álbum con fotos de la entrega del anillo (cosita) y la pedida y toda la cosa. Obvio pues me puse a recortar a la 'afortunada' que se lo lleva y a pesar de su historial de novias guapas, ésta es una gordita sin chiste. Lo más triste de todo fue ver que él ya no es el guapo que era es sus (¿mis?) tiempos, la panza chelera lo delata.

En fin. Otro día les escribo algo más profundo.
O no.

miércoles, marzo 24, 2010

Léanse primero las contraindicaciones.

Ando en drogas, y no porque yo quiera sino porque me atacó una gripa de los mil demonios y sólo así puedo como que medio sobrevivir. El caso es que anoche entre el Theraflú y los dos Nyquil's que me tomé, me dio el alucine total y ¡zaz! que se me aparece en sueños aquel que nunca se ha terminado de ir. Situación curiosa porque en mi sueño-alucine él llegaba, me sonreía con sus ojos verdes casi felinos y me decía:

- Ultimamente me he acordado mucho de ti. Mi papá te manda muchos saludos.

Y me abrazaba como sólo él ha sabido abrazarme y se iba, dejándome todavía con el corazón emocionado. Entonces me desperté y se me hizo bien curioso mi sueño sobre todo porque él ya no es mío desde hace diez años, porque estoy casi segura que él no se acuerda de mi desde hace aproximadamente nueve, porque no me abraza desde hace más de cuatro y porque su papá lleva muerto dieciséis.

Pero bueno, cosas que traen los ingredientes activos del descongestionador nasal, supongo.

viernes, marzo 19, 2010

Sí, es viernes en la noche y yo ando chateando y qué.

- ¿Por qué ahora en tu nick ya eres Héctor Hugo y no Puma?
- mmm ya sabes, así soy yo
- oye, hace añíiiisimos ya sé, pero ¿tú te acuerdas de Adrián?... Adrián el guapísimo, el DJ, el amigo de André y de Enrique?
- sip
- Ayyy yo también me acuerdo


De verdad que sólo mi amigo Puma (ahora Héctor Hugo) me aguanta estas cosas, ja.

martes, marzo 09, 2010

Wishlist.

Tengo ganas de tomarme una foto bonita contigo donde salgamos sonriendo y nos veamos bien felices y enamorados para poder pegarla en mi nuevo cuarto y acordarme de ti todos los días, por eso acabo de comprar unos imanes padrísimos para pegar cosas en la pared.

Tengo ganas de dormir contigo sin que nos tengamos que levantar a cierta hora a la mañana siguiente, y entonces poder ir a desayunar o al cine o a pasear sin prisas, o nomás sentarnos en un parque y platicar de nada mientras se nos pasa el tiempo sin que nos demos cuenta. Puedes traer a tu perro, si quieres, que me cae re bien.

Tengo ganas de subirme a tu camioneta y que manejes a alguna playa de esas que quedan cerca, y entonces quitarme los zapatos y sentir la arena y oir las olas y que caminemos de la mano mientras olemos la sal del aire, y que a lo mejor de regreso te estaciones de repente y hagamos el amor en la parte de atrás de la camioneta y nos quedemos así hasta que se haga de noche en el mar.

Tengo ganas de que me despiertes siempre con un beso que se sienta sincero y lleno de ganas, y de que me digas 'te amo' de preferencia en español porque en inglés como que no tiene tanto chiste.

Tengo ganas de que un día pronto te des cuenta que me quieres lo suficiente como para que vivamos juntos y entonces yo pueda ver cómo te concentras mientras trabajas enfrente de tu laptop y te enojas y la maldices cuando algo no te sale bien y también sentirte todas las noches cuando a las cuatro de la mañana te da hambre y te tienes que levantar por algo de comer.

Tengo ganas de que me ataques a cosquillas para que luego te me quedes viendo con esa mirada tierna que a veces se te escapa sin querer, y entonces yo te pueda llenar de besos y de mordidas y de todo ese cariño que luego te cuesta tanto trabajo entender pero que a mi no me importa explicártelo cuantas veces quieras.

Tengo ganas de que sepas que soy toda tuya y de que te des cuenta que me gustas tanto que se te quite el miedo y te dejes llevar y nos vayamos juntos entonces sí a dónde tú quieras, que a mi ya no me va a importar.


Ahora, la pregunta es: ¿me dejas?

sábado, marzo 06, 2010

Si no son diseñadores a lo mejor no entienden el chiste...

Ah, pero a mi qué risa me dio.

- Hola tú
- Cómo te va?
- Ps aquí trabajando
- Mucha chamba?
- Sí. Estoy luchando contra unas horribles etiquetas del infierno y el criterio diminuto de los clientes que quién sabe de dónde sacaron que el color rojo da hambre
- :S
- Pinche gente para qué lee el Selecciones

jajajajajaja


(Pobre de mi amiga, yo sí entiendo su sufrimiento)

miércoles, marzo 03, 2010

Y que conste que éste post no es una queja.

Bueno, pues primero que nada una disculpa por el inmisericorde abandono del blog, pero mi vida ha sido toda una telenovela venezolana estos últimos días. Les cuento: Resulta que la semana pasada me salí de casa de mi prima, viví en un motel 72 horas y después de mucho buscar me mudé al barrio hippie de San Francisco con dos roomates gays, uno de los cuales se dedica a cultivar y vender mota. No tengo cama todavía, ni cortinas por cierto y tampoco internet, el cual se supone me instalan más tarde (espero). Mi ropa está toda regada en el piso, me urge sacar un sillón viejo que me dejaron adentro del cuarto el cual no cabe por la puerta y que está lleno de pelos de gato. Sobra decir que mi surfer es alergiquísimo a los gatos y que si el sillón no sale él no puede entrar. Great.

A veces creo que me acostumbré demasiado a las relaciones donde todo eran pedos, frustraciones, celos y discusiones, y ahora todo es tan tranquilo que hasta se siente raro. Se siente tan raro que ni siquiera sé que pensar, como que yo insisto en enamorarme perdidamente y sentir que me quiero cortar las venas con galletas de animalitos cada cinco segundos, pero con el surfer todo ha pasado tan natural que ni pretextos me da para llorar quedito en las noches. ¿Acaso estoy loca? ¿necesito ayuda profesional? ¿unas vacaciones?... Tengo miedo de decirle que ya como que lo quiero. Pienso eso y me entretengo un rato haciéndome chaquetas mentales de que quétalsiesto pero quétalsiaquello. Luego me acuerdo de él en su wetsuit y todo está bien otra vez. Creo que soy bipolar.

Le voy a decir a mi roomate gay que se moche con un poquito de su última cosecha, a ver si se me pasa lo chipil.

lunes, febrero 15, 2010

All-in.

- Yo desde que empecé con mi ex supe que no iba a ser él
- Es curioso que lo digas, pero a mi me pasó lo mismo con mi ex, desde el principio sabía que ella no era para mi
- Y ahora, conmigo, ¿estás contento?
- Muy. Pero no te lo digo porque contigo es lo mismo que como tener cuatro ases, tienes el mejor juego pero pierdes si no aprendes a poner tu poker face.

Qué sabio es mi surfer.

Diez años. El mar sabía que iban a ser diez años. Ayer me lo dejó saber quedito, y sonrió.

lunes, febrero 08, 2010

Sentí bonito cambiar mi estatus en Feisbuc.

Curiosa la vida con sus circunstancias. Ahora resulta que donde más feliz soy es en un cuarto sin almohadas, al lado de un perrito cagadísimo (¿un perro? ¿yo?, ja!, quién lo hubiera pensado) y donde la calefacción hace ruido. Ahora resulta.

Supongo que no soy tan high maintenance como yo pensaba. Nah, pa' que me hago güey, la verdad es que ya lo sabía. Me encanta su espontaneidad y me vale un pepino en rodajas con chile piquín dormir en un colchón en el suelo mientras sienta cómo me respira en la nuca. Curiosa la vida con sus circunstancias que me hacen darme cuenta que no necesito nada más.

Además, se aprendió el sabor de helado que me gusta y me lo lleva a la cama.
Y deja que mis tobillos le hablen directito al oído.

Ahorasíyamecargó.

Por cierto, me acaba de hablar para decirme que ya consiguió unas almohadas. Aww, me lo como.

lunes, febrero 01, 2010

Brillo, aunque no sé cómo pasó.

Tengo la piel cubierta de mini chispitas y no sé por qué, porque según yo no me puse la crema esa especial con chispas, es más, la dejé en México. Tendré que ponerme a ver cuál es el jabón que me dejó brillante, qué raro.

En una de esas reflexiones que una hace cuando se está bañando, me di cuenta que a mi edad (ja) la gente tiende a enamorarse más de un sentimiento o de una idea que de una persona. Uno tiene un ideal de vida y entonces ya cualquier individu@ que se adecúe más o menos a ese ideal será el elegido. ¿Qué pasó con todo eso de encontrar a nuestra alma gemela y luchar por ella y así y así?... Chale, ya no hay valores. Diosito por favor no dejes que a mi me pase lo mismo, yo sí quiero enamorarme de la persona correcta y entonces sí, juntos ponernos a buscar qué es lo que queremos. Ash, es que siempre me ha chocado ser como el promedio, no es mi culpa.

Mejor ahora me concentro en su peso, en leerle bien los labios para aprenderme su idioma y en memorizarme la distancia exacta (en pulgadas, para no confundirnos) que hay entre sus rodillas cuando me tiende en la cama y me ve con esos ojos de niño a punto de hacer alguna maldad. Aw, ternurita.

Hoy brillo, literal.

miércoles, enero 27, 2010

Hermanadas.

- (...) Y entonces me pidió de favor que si le podía comprar una medicina que se llama Lisinopril y llevársela ahora que me voy, porque ya ves que allá en los estates pa' todo necesitan receta
- ¿Y no te pidió que la metieras en bolsitas y luego te la tragaras?... No manches te está usando de su burro, hermana
- ¿De su burro?... de su MULA, querrás decir, duh
- Ah sí, ¿verdad? jajaja iiiuh se me olvidaba que la que lo está usando a él de burro eres tú.

martes, enero 19, 2010

No compren productos chinos porque luego salen chafas.

Ayer soñé con mi ex. Trabajaba yo en la agencia de publicidad y él llegaba como proveedor a ofrecernos noséquécosaporquenoimporta, así bien orgulloso. Entonces se aparecía la de cuentas y le decía que esos productos eran chinos y chafas y que aparte ya tenía otro proveedor que le ofrecía lo mismo pero más barato.

Tan loser, el pobre.

Lo peor de todo es que siempre fue así de loser, sólo que bien saben ustedes que el amor es ciego y entonces yo creía que él era lo mejor del mundo mundial y que yo era la mujer más afortunada del mundo por habérmelo topado en el camino.

Tan ilusa, la pobre.

viernes, enero 15, 2010

Como burbujas.

- Me encantan las lava lamps
- A mi también. Como que me hipnotizan, no puedo dejar de verlas
- Así deberíamos de ser todos, ¿no?
- ¿Así cómo?
- Mira las burbujas: Nace cada una por su lado y a medio camino, se encuentran. Entonces se juntan, se besan, se acarician, se disfrutan; se quedan ahí pegadas un rato, pero nunca se confunden. Y luego, cuando es tiempo, se separan, se dejan ir, se va cada una para diferente lado. Sin pedos. Así deberíamos de ser nosotros, como burbujas.
- Sí. Ojalá todo fuera así de fácil.


Supongo que mi relación con él se pareció un poco a esas burbujas naranjas de las que hablábamos mientras descansábamos desnudos y pachequísimos en su cama después de hacer el amor.

Malditas drogas.

Ley de Murphy #273

El otro día no podía dormir. Por más que daba vueltas en la cama lo único que lograba era enredar las sábanas. Me volteaba para un lado y me torcía el cuello, estiraba los pies y me daba frío, me ponía boca arriba y sentía la almohada hecha bolas. Prendí la tele. Me aventé todos los informerciales que se les puedan ocurrir, incluído el del Happy Chop como cuatro veces. Me dio sed, bajé por agua y por consecuencia quince minutos después me tuve que parar al baño. Maldije al pinche frío que está haciendo en México (¡en México!) y ya en la cama de nuevo, me puse a pensar y repensar mi vida, y luego me conflictué, me deprimí, lloré, me confundí y me enojé porque tengo una almohada chafa que se hace bolas. Por ahí de las siete, de repente y sin querer, mi cabeza encontró el lugar exacto y perfecto entre la dichosa almohada y un cojín, y mi pobre y cansado cuerpecito por fin se acomodó relajado y calientito entre las cobijas. Y entonces, ese sueño que tanto había esperado toda la maldita noche empezó a llegar despacito. Se me cerraron los ojos y me dejé ir.

En eso estaba cuando sonó el teléfono. Sobra decir que no había nadie en mi casa, así que me tuve que levantar conjurando toda clase de palabras altisonantes tanto en inglés como en español. El timbre había sonado cuatro veces cuando por fin lo alcancé.

- ¿Bueno?
- *click*

Hijosdesuputamadreváyansemuchoalachingadamellevalaverga

Te odio, Murphy, te odio.