miércoles, septiembre 01, 2010

Men in kilts and Highland dancing.

Hace ya algunos viernes, enfundada en unos pantalones de imitación cuero, una blusa escotada y mis zapatitos de plataforma negra; fui arrastrada en contra de mi voluntad por mi mejor amiga de la prepa hasta los bares de la Condesa. Hacía aproximadamente cinco años que no salíamos ella y yo solas y por alguna extraña intuición del universo, esa parecía una buena noche para regresar a las andadas. Así fue como después de inspeccionar muchos lugares (como dos, ja), entramos a un barecillo bastante equis donde la música se oía super fresa (nuestra favorita) y la gente no parecía tan mamona, así que podríamos bailar ridículamente como lo hacíamos en nuestros buenos tiempos de juventud. Ya adentro, nos instalamos en el primer sillón que vimos desocupado y pedimos ella un Bailey’s y yo super loser una Coca con hielo (por eso de que no puedo tomar). Y entonces, como lo habíamos prometido, nos dedicamos a bailar estúpidamente sin prestar mayor atención a los asistentes masculinos, que a final de cuentas, después de escanear brevemente el lugar, no había ni uno solo más o menos decente como para perder el tiempo en ligotear.
Fue en una canción de negros cuando un bombón al que yo no había visto se me acercó de la nada y balbuceó algo que no pude entender.
- ¿Quéeee?
- Do you speak English?- me dijo con acento de Harry Potter.

Y bueno, pues que nos ponemos a hablar en inglés, yo con mi acento pésimo y a él que todas las palabras le sonaban tan bonitas. A mi amiga le presentó a su amigo australiano mientras me contaba que él era escocés, que había estado en México desde hacía unos días y que se iba a el lunes de regreso a su país. Bailamos, y un mesero bastante oportuno me empujó al pasar, haciendo que me pegara al cuerpecito super bien formado del escocés, el cual ni tardo ni perezoso, aprovechó la oportunidad y me besó. Y pues que me gusta la besuqueada y que ya no nos despegamos en toda la noche, hasta que pusieron Timbiriche y todas esas cosas de mi (uuuuh) generación y pues no me quedó más remedio que quitarme los malditos tacones traicioneros que ya me habían sacado ampollas y ponerme a brincar como una loca con mi amiga mientras los extranjeritos nos veían con cara de whatthebloodyhell mientras trataban de imitar nuestras coreografías. Total que intercambiamos mails y nos despedimos y pues cada quien para su casa/hostal y todo bien.

Al otro día me encontré un mail del escocés en mi inbox preguntándome que si quería hacer algo el domingo, y pues como no tengo vida social y menos los domingos, quedamos de vernos afuera del Museo de Antropología en Chapultepec. Obvio, el siendo escocés, estaba ahí a la hora en punto, y yo corriendo porque el taxi no llegaba y el tráfico no cooperó nada, llegué un poco tarde pero sin perder el glamour. Nos fuimos a pasear, tomamos un camión a la Roma (resultó que el escuincle sabía usar mejor el transporte público mexicano que yo, ja) y me lo llevé a La Cervecería. Hizo una cara extraña al probar la michelada, pero le dije que no se podia ir de México sin probar una. Me platicó de su país, de sus hermanas, de que había vivido en Francia donde era instructor de esquí (punto más para él), que ya tenía chamba para cuando regresara, que se había pasado las últimas siete semanas viajando solo por Latinoamerica, que había surfeado en Costa Rica (cien puntos más para él), y que se le hacía raro y bien bonito ver que en México la gente se besaba y abrazaba en la calle así, a plena luz del día. Yo le conté un poquito de mi, y entonces me agarró la mano y me la apretó fuerte y me dijo con su ancento encantador:
- Nunca nadie me había besado como tú me besaste el viernes. Me pones nervioso, ¿sabes?... Si quisieras, podrías hacer lo que fuera de mi.

Yo sonreí, tratando de olvidar que le llevaba cinco años y que él se regresaba en unas horas a su país primermundista y que yo todavía traigo el corazón hecho millones de pedacitos filosos que se me entierran profundo en el alma cada que respiro. Me le quedé viendo y me di cuenta por qué me gustan chavitos. Y es que a los 23 pareciera que todavía no se les acaba la ternura en la mirada, en las palabras, en los besos. Caminamos agarrados de la mano hasta un cafecito, y ahí nos quedamos platicando otras dos horas, hasta que empezó a llover estrepitosamente. Esperando el taxi, me abrazó muy fuerte, y nos quedamos así, mojándonos sin que nos importara la lluvia. Por primera vez en meses, sentí que el aire me entraba a los pulmones. Y respiré.

Lo dejé en el metro Centro Médico. Nos besamos mucho, apresurado y lento, desesperadamente como cuando se sabe de antemano que será la última vez. Prometimos escribirnos, se bajó del taxi, me dijo adiós con la mano y se alejó.

Al día siguiente, me encontré con un mail que decía:
"Me dio mucho gusto haber decidido salir el viernes, porque así pude conocerte. Me gustaría que las circunstancias fueran diferentes, pero puedes estar segura que te voy a recordar por siempre. Espero volver a verte algún día."

Y yo, mientras sonreía, respire profundo sabiendo que en cualquier momento, el aire me iba a empezar a faltar otra vez.

16 comentarios:

Elza dijo...

Lindo. Totalmente. Me gusta leerte por que eres genuina y osada. Y que bueno que registres caídas y subidas, sin discriminar.

Vain¡lla dijo...

Elza, mil gracias por tus comentarios, de verdad que es eso lo que me anima a publicar de nuevo. Y pues qué te digo, una a veces tiene que aferrarse a este tipo de momentos porque si no nos carga la fregada... jajaja
Oye, he estado buscando tu blog, pero no aparece el link... me gustaría leerte!

Muchos besos.

Covadonga dijo...

casi lloro, por primera vez, leyendo algo así casi lloro!! yo quiero una historia así.
no sabes el gusto que me da escucharte diferente, more darey...
estoy escribiendo! jajaj
beso amiga vainilla

Vain¡lla dijo...

Cova: Pus ya que hace uno, como dice mi primo: "hay que aprovechar"... jajaja
Espero ya leerte más seguido, extraño tus posts largos y tus historias!!
Besos!

Cabrón Insensible dijo...

Asaltacunas como mi novia, felicidades jaja

Diseñofílica dijo...

Me hiciste suspirar con tu post *-* , aunque al mismo tiempo me pone un poco triste saber que yo también voy a tener que despedirme pronto de la única persona que me ha hecho sentir así...

Es temporal, pero no por eso duele menos.

Vain¡llita, las distancias no son importantes, si bien, se roban muchos abrazos y besos que pudieron haber sido, el amor sigue siendo el mismo.

No le pierdas la pista.

P.D. Sí, los que tenemos 23 seguimos siendo adorables... :P.

Un abrazo =].

Pixie dijo...

La semana pasada el profe que me gusta me dijo algo que me dolió muchísimo pero que tiene toda la verdad del mundo.

Dijo que el amor no tiene temporalidad, porque podemos amar locamente a una persona y sufrir porque no nos quiere, pero eso no impide que podamos volver a amar con la misma o más intensidad. Pensando en tu experiencia confío en que, aunque cueste trabajo respirar ahorita, siempre vendrán mejores y más frescos aires.

Saluditos!!

Vain¡lla dijo...

C.I.- Ya me había rehabilitado, pero al parecer no tanto, ja. Cuánto te lleva tu novia, si no es indiscreción?

Mamba: Mientras sea de ambas partes, es cierto, la distancia no importa. Ni la distancia ni ningún otro obstáculo. Yo creo que parte del encanto de éstas historias, es saber lo efímeras que son. Por eso, supongo, se recuerdan por siempre.

Pixie: Eso es cierto. Lo malo es cuando amas con una intensidad que no habías conocido antes, entonces todo lo demás se queda corto, y a comparación, no es nada. Eso es lo que duele tanto, lo que no deja respirar, ni comer, ni dormir. El tiempo ayuda a disimular las ausencias, pero las heridas se nos quedan para siempre. Claro que distracciones como la historia que cuento nos ayudan, por lo menos, a sacar la cabeza del fondo del agua y tomar aire pa' poder aguantar otro rato.

Besos a todos, y mil gracias por pasarse por aquí!

actvservidor dijo...

No muchas personas podrían contar una experiencia como la tuya; vaya, es una bonita experiencia.

Es bueno de vez en cuando salir por alguna extraña intuición del universo ;)

saluos!!
(y qué curioso, yo también tengo 23 =P -y mi chica 34-)

Vain¡lla dijo...

@actvservidor Sí, fue una bonita experiencia, la verdad. Cuánto llevan tú y tu chica?... La verdad es que la edad no importa. Es un número nada más.
Muchos besos!

Olaf dijo...

Yo que tú le mandaba un email diciendo: Voy para Escocia, te veo en el aeropuerto de Edimburgo.
Besos!

jajaja

Alicia L. dijo...

Te envidio. Eso suena totalmente genial.

Y me consta que lo fue.

Asté respire.

KuDaKi dijo...

Luego por que uno es ardilla, un uto extranjero, deportista que se la pasa viajando, ¿cómo carajos uno compite con eso? >_>

Aunque, pensándolo bien, yo no compito con el promedio tampoco xD

Vain¡lla dijo...

Olaf: Pff, ps casi casi, la neta qué ganas de ir... Bueno, por lo menos espero que si algún día voy ya no tenga que pagar hotel, jajaja

Alizzia: Sí, fue bien padre, la verdad. Y bien lindo niño, aparte. Lástima que esas cosas duran tan poquito... :(

KuDaKi: Nah, los mexicanos tienen su encanto, la neta. Sobre todo en eso de que son meas caballerosos y románticos. O eso dicen, ja.

Xenomorph dijo...

Mejor respirar aire limpio u genuino una vez, que nuca hacerlo.

Pequeños detalles para tu vida =)

Vain¡lla dijo...

Respirar, eso es lo único que quiero, respirar.
Besos.