jueves, julio 22, 2010

He ahí...

... que mi corazón amanece duro como el excremento,
de lejos carne parece, bien mirado es puro hueso.




Me siento de la verga.

Sí, así, sin asteriscos en la "e" pa' disfrazar la palabra, así sin nada de censura. Así me siento, de la V-E-R-G-A.
Y sí, a veces el Tafil ayuda, otras veces, como ahorita, no. Y he ahí que lloro y lloro y se me acaba el aire en los pulmones, y los minutos no pasan, y la queridísima chingada me carga y me lleva cuando se le da gana. Y he ahí que me está ganando el peso de algo que no sé qué es. Y he ahí que quiero escribir pero no sé cuáles serían las palabras para expresar el vacío, la ausencia, el hueco que llevo en el pecho y que literalmente, duele y duele un chingo. Y he ahí que me frusto porque hasta eso se me ha perdido; las palabras, así que me disculpo de antemano por este torpe y desesperado intento de consuelo y desahogo.

¿Mi rutina?... Por ahí de las siete de la noche me agarrra el pinche miedo de la noche y no me quiero dormir porque no quiero soñar, y he ahí entonces que el Tafil medio me salva y medio me duerme. Pero tampoco quiero abrir los ojos en la mañana porque ya sé que me espera otro día lleno de nada. Así como La Vacuidad de "La historia sin fin". Nada.

Y he ahí que hace días que se me fue la esperanza. Ya harté a todo mundo con mis dramas, ya sé. Pero esto va más allá de mi, ya no sé cómo controlarlo. Qué hueva me doy. Que-hueva-me-doy.

Pinche vida, te odio. Te odio porque me arrebatas cualquier alegría así nomás, porque puedes.

He ahí.

jueves, julio 15, 2010

Opaco.

A veces, la vida es una mierda.
Ando en Tafil, ustedes disculparán.


Ya volveré.