A veces, como hoy, me da por ser dramática. Me da por llorar y me da por acordarme. Me da por contar los pedacitos que me faltan, los que fui dejando en el camino, los que me robaron, los que regalé sin saber. Y me da también por contar ausencias, una por una. La que vive en el patio de mi casa. La que a veces me compone canciones. La que camina conmigo cuando se nubla. La que guardo en mis cajones. Esa de la que no me quiero acordar nunca. La que siento cada vez más cerca. Todas se me juntan en la garganta cuando me da por ser dramática, como hoy. Ustedes perdonarán.
Y otra cosa que me pasa es que me da por extrañarlo a él, sólo a él, con su sonrisa amplia y sus poderes mágicos, y sus sueños y sus teorías y sus ideas amarillas; y esa es la peor ausencia de todas, la de él, la que lleva su nombre; y es la peor porque me acompaña siempre y a todos lados y a todas horas, y me conoce tan bien que sabe que a pesar de todo, no quiero que se vaya.
No quiero que se vaya nunca.
- ¿Misión Imposible II?
- Sí... qué, ¿no te late?
- Sí, pero luego me ataranta tanto balazo y tanta explosión
- Bueno, pues si te aburres o te da sueño, te puedes recargar en mi hombro, y te puedes dormir si quieres...
No me aburrí y no me dio sueño, pero aún así me recargué en su hombro. Pegué mi nariz a su cuello y me dediqué a sentir su sonrisa.
En ese entonces él sonreía por mí.
Diez años. Desde ti, creo que me da por ser dramática más seguido.
Sunday Secrets
Hace 4 años